Barrayar (на испанском)
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Miles estб bien. Es anуnimo, igual que nosotros. Somos muy pequeсos, estamos muy callados y nos encontramos a salvo. Cбllate chiquillo, no hagas ruido. Abrazу a Gregor con fuerza.
— Mi hijito tambiйn estб en la capital, como tu mamб. Y tъ estбs conmigo. Nos cuidaremos el uno al otro. Ya verбs.
Despuйs de cenar y al ver que todavнa no habнa seсales de Kly, Cordelia dijo:
— Ensйсeme esa cueva, sargento.
Kly tenнa una caja de velas frнas sobre la chimenea. Bothari encendiу una y condujo a Cordelia y al niсo hacia el bosque, por un estrecho sendero de piedra. El sargento tenнa un aspecto siniestro a la luz verdosa del tubo que brillaba entre sus manos.
Cerca de la cueva, la zona mostraba rastros de haber sido despejada en el pasado, aunque las malezas ya comenzaban a cubrirla de nuevo. La entrada no quedaba oculta. La gran apertura negra tenнa el doble de altura que Bothari y era lo bastante ancha para permitir el paso de una aeronave. En el interior, el techo se elevaba y los muros se ensanchaban creando una cueva polvorienta. Allн dentro podнan acampar patrullas enteras, y en el pasado lo habнan hecho, a juzgar por los antiguos desperdicios. Unos nichos tallados en la piedra hacнan las veces de literas, y los muros estaban cubiertos de nombres, iniciales, fechas y comentarios obscenos.
En el centro de la cueva habнa un hoyo para encender fuego, y encima de
— їKly le dijo dуnde desembocan estos tъneles, sargento?
— No exactamente, seсora. Dijo que los pasajes recorrнan kilуmetros por debajo de las colinas. Iba con retraso y tenнa prisa por partir.
— їLe explicу si el sistema es vertical u horizontal?
— їCуmo?
— їSe encuentra en un solo estrato o tiene caнdas abruptas? їHay muchos pasajes sin salida? їCuбl nos convendrнa tomar? їHay arroyos subterrбneos?
— Creo que йl pensaba guiarnos, en caso de que tuviйsemos que escapar. Comenzу a explicarlo, pero luego dijo que era demasiado complicado.
Cordelia frunciу el ceсo y contemplу las posibilidades. Durante su entrenamiento se habнa familiarizado bastante con las cavernas, o al menos lo suficiente para comprender lo que significaba el tйrmino «respeto por los riesgos». Respiraderos, precipicios, grietas, pasajes laberнnticos… y allн se sumaban las crecientes de los arroyos, cuestiуn que no causaba grandes problemas en Colonia Beta. La noche anterior habнa llovido. Los sensores no servнan de gran cosa para encontrar a una persona en una caverna. їY los sensores de quiйn? Si el sistema era tan extenso como habнa sugerido Kly, podнan necesitar a cientos de hombres… Su ceсo fruncido se transformу en una lenta sonrisa.
— Sargento, acamparemos aquн esta noche.
A Gregor le gustу la caverna, sobre todo cuando Cordelia le describiу la historia del lugar. El niсo anduvo por allн murmurando diбlogos militares para sн mismo, se encaramу a todos los nichos y tratу de indagar lo que significaban todas las palabrotas talladas en los muros. Bothari encendiу un pequeсo fuego en el foso y extendiу un saco de dormir para Gregor y Cordelia, disponiйndose a montar guardia toda la noche. Cordelia acomodу un segundo saco de dormir, enrollado junto con unas provisiones a la entrada de la cueva. Luego colocу la chaqueta negra con el nombre VORKOSIGAN, A. artнsticamente en un nicho, como si alguien la hubiera usado para sentarse y no enfriarse el trasero con la piedra, olvidбndola allн al partir. Por
Cordelia emergiу del pasaje mбs ancho, donde habнa dejado caer una luz frнa a unos trescientos metros de distancia, sobre un despeсadero cruzado por una soga de diez metros. La cuerda era de fibras naturales y estaba reseca. Cordelia habнa decidido no probarla.
— No lo entiendo, seсora. Con los caballos abandonados allб fuera, si alguien viene a buscarnos nos encontrarб de inmediato, y sabrб exactamente dуnde estamos.
— Sin duda nos encontrarб — convino Cordelia -. Pero no sabrб dуnde estamos. Porque sin Kly, no tengo la menor intenciуn de llevar a Gregor por este laberinto. No obstante, la mejor forma de fingir que hemos estado aquн es estar aquн un buen rato.
Los ojos de Bothari se iluminaron al comprender, y se volvieron hacia las cinco entradas de los tъneles.
— ЎAh!
— Eso significa que tambiйn debemos encontrar un verdadero escondite. En algъn lugar del bosque, desde donde podamos llegar al sendero por donde Kly nos trajo ayer. Es una pena no haberlo hecho a la luz del dнa.
— Entiendo a quй se refiere, seсora. Irй a explorar.
— Por favor, sargento.
Bothari cogiу el saco con las provisiones y desapareciу en la oscuridad del bosque. Cordelia acomodу a Gregor en el saco de dormir y luego saliу de la cueva para sentarse sobre unas rocas y vigilar. Divisaba el valle gris que se extendнa bajo las copas de los бrboles y el techo de la cabana de Kly. Ahora no surgнa humo de su chimenea. Bajo la roca, ningъn sensor tйrmico lograrнa detectar el fuego de la caverna, aunque el olor se esparcнa por el aire frнo. Cordelia buscу luces mуviles en el cielo hasta que las estrellas se convirtieron en una mancha confusa frente a sus ojos.
Bothari regresу despuйs de un buen rato.
— Tengo el lugar. їNos vamos ya?
— Aъn no. Todavнa es posible que aparezca Kly.
— Entonces es su turno para dormir, seсora.
— Oh, sн. — Cordelia todavнa sentнa una gran fatiga muscular. Dejando a Bothari sentado en el peсasco a la luz de las estrellas como una gбrgola guardiana, ella se acomodу junto a Gregor. Un rato despuйs, se quedу dormida.
Cordelia despertу cuando la luz del amanecer derramу una bruma luminosa en el уvalo de la entrada. Bothari preparу tй caliente, y compartieron unos trozos de pan que habнan sobrado de la noche anterior, mordisqueando unos frutos secos.
— Seguirй vigilando — dijo Bothari -. De todos modos no logro dormir tan bien sin la medicaciуn.
— їMedicaciуn? — dijo Cordelia.
— Sн, me dejй las pastillas en Vorkosigan Surleau. Ya comienzo a notar su falta. Las cosas parecen mбs nнtidas.
De pronto a Cordelia le resultу difнcil tragar el pan que tenнa en la boca, pero lo empujу con un sorbo de tй. їSus drogas psicoactivas tendrнan un efecto verdaderamente terapйutico, o serнan sуlo polнticas?
— Comunнqueme de inmediato si experimenta alguna clase de alteraciуn, sargento — dijo con cautela.