Cetaganda (на испанском)
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— Discъlpeme, seсor — Miles interrumpiу bruscamente a Vorreedi y pasу por su lado como una flecha. Para cuando el Jefe se volviу, Miles ya habнa pasado junto a otra delegaciуn y estaba a medio camino de la salida, detrбs de Ivan. No cabнa duda de que Vorreedi lo seguirнa, pero Miles se preocuparнa por eso mбs tarde.
Emergiу, parpadeando, a la iluminaciуn vespertina de la cъpula justo a tiempo para ver cуmo desaparecнan la sombra oscura y el brillo de las botas de Ivan tras un arbusto florido, frente a un espacio abierto con una fuente en el centro. Trotу para alcanzarlo; las botas se le resbalaban sobre las piedras irregulares que enlosaban el camino.
— Lord Vorkosigan? — llamу Vorreedi desde atrбs.
Miles no se volviу pero levantу la mano sin detenerse. Vorreedi era demasiado educado para maldecir a gritos, pero Miles podнa imaginar los tacos sin dificultad.
Los arbustos, altos como una persona, se abrнan hacia grupos artнsticos de
En el medio de un cнrculo de bancos bajo la sombra de los бrboles, habнa una silla-flotante cuya ocupante daba la espalda a Miles, con la pantalla activada. Ba Rubio ya no estaba. En ese momento, Ivan se inclinaba hacia la ocupante de la silla, con la boca abierta en una expresiуn fascinada, las cejas levantadas y llenas de sospecha. Un brazo cubierto de blanco se levantу en el aire. Una nube leve de niebla iridiscente golpeу la cara sorprendida de Ivan, quien puso los ojos en blanco y cayу sobre las rodillas de la ocupante de la silla. La pantalla de fuerza se cerrу sobre йl, opaca y blanca. Miles aullу y corriу hacia la pareja.
Las sillas — flotantes de las hautladies no eran coches de carrera ni nada parecido, pero podнan desplazarse a mayor velocidad que Miles. En dos vueltas por los arbustos desapareciу por completo y cuando Miles saliу del ъltimo macizo de flores, se vio frente a uno de los caminos principales del Jardнn Celestial, tallados en jade blanco. Flotando en ambas direcciones por el sendero habнa media docena de hautburbujas y todas avanzaban a la misma velocidad digna y tranquila. Miles se habнa quedado sin aliento y le asaltу un torbellino de negros temores.
Girу sobre los talones y se tropezу de bruces con el coronel Vorreedi.
La mano de Vorreedi bajу hasta el hombro de Miles y lo agarrу con una fuerza decidida y firme.
— Quй diablos estб pasando aquн, Vorkosigan? Y dуnde estб Vorpatril?
— Eso quiero descubrir… seсor, si me lo permite.
— Seguridad de Cetaganda tiene que saberlo. Voy a colgarlos de un бrbol si…
— No… no creo que Seguridad pueda ayudarnos esta vez, seсor. Creo que tengo que hablar con ba… con alguien. Enseguida.
Vorreedi frunciу el ceсo, tratando de procesar la informaciуn. Obviamente no le resultaba fбcil. Miles no lo culpaba. Una semana antes, йl tambiйn habrнa supuesto que Seguridad Imperial Cetagandana se ocuparнa. Pueden solucionar algunos problemas, sн. Pero no todos.
Precisamente por ahн rondaban: mientras Miles y Vorreedi se volvнan para retroceder hacia el pabellуn, un guardia de uniforme rojo, con el maquillaje a rayas, avanzу rбpidamente hacia ellos. Un perro pastor, juzgу Miles, cuya misiуn era buscar a las ovejas perdidas y devolverlas al rebaсo de enviados galбcticos. Un hombre rбpido, aunque no lo suficiente.
— Milores. — El guardia, que no tenнa un rango muy alto, hizo un gesto de respeto-. Les ruego que vuelvan al pabellуn. Los autos los llevarбn al portal sur.
Vorreedi tomу una decisiуn rбpida.
— Gracias. Pero me temo que hemos perdido a un miembro de nuestra delegaciуn. Harнa el favor de buscar a lord Vorpatril?
— Claro. — El guardia tocу un comu de muсeca y transmitiу la informaciуn en tono neutral, mientras conducнa a Miles y a Vorreedi hacia el pabellуn como un ovejero. Evidentemente, suponнa que Ivan era un huйsped perdido; debнa de ser un hecho bastante frecuente: el jardнn estaba diseсado para distraer a los visitantes con sus delicias. Le doy diez minutos a Seguridad de Cetaganda para darse cuenta de que Ivan ha desaparecido en pleno Jardнn Celestial. Despuйs, todo se irб al diablo.
El guardia se separу de ellos cuando avanzaban hacia el pabellуn. Miles buscу con la mirada en la multitud de ba que poblaba el pabellуn.
— Discъlpeme, ba — dijo con respeto a la criatura de mayor edad. Ba Como Se Llamara levantу la vista. Le sorprendнa que alguien hubiera notado su existencia-. Debo ponerme en contacto inmediatamente con la haut Rian Degtiar. Una emergencia. — Abriу las manos y dio un paso atrбs.
La criatura asimilу la informaciуn, se inclinу e hizo un gesto a Miles para que lo siguiera. Vorreedi fue con ellos. Al otro lado del pabellуn, en la intimidad que ofrecнa un
— Lord Vorkosigan? — llegу la voz de Rian desde el comu, sin filtro. Seguramente hablaba desde dentro de su burbuja.
— Milady. Ha enviado a alguien de… de su gente a… para que recogiera a mi primo Ivan?
Hubo una corta pausa.
— No.
— Yo lo vi.
— Ah. — Se produjo otra pausa, mucho mбs larga. Cuando la voz volviу a surgir, sonу mucho mбs baja y temerosa-. Ya sй lo que estб pasando.
— Me alegro de que alguien lo sepa.
— Ahora mismo le envнo a mi criado.
— Y quй pasa con Ivan?
— Nosotras nos ocuparemos de eso. — La comu se cortу.
Miles tuvo deseos de sacudir el aparato, frustrado; en lugar de eso, se dominу y lo devolviу a Ba Mayor, que lo tomу, se inclinу y finalmente se alejу.
— Quй fue lo que vio, lord Vorkosigan? — exigiу Vorreedi.
— Ivan… se ha ido con una dama.
— Quй? Otra vez? Aquн? Ahora? Quй le pasa a ese chico, no tiene sentido del tacto? No sabe dуnde estб? Mierda, esto no es la fiesta de cumpleaсos del emperador Gregor…