Cetaganda (на испанском)
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— No… — seguнa diciendo Pel-. Y si son todas falsas…? No…
— Claro que son todas falsas — comprendiу de pronto Miles-. La verdadera tiene que estar… — Empezу a seguir los cables de la comuconsola del tйcnico en decodificaciуn. Todos iban hacia una caja, escondida detrбs del equipo y la caja tenнa… otra Gran Llave. Pero йsa estaba en un rayo-luz de comunicaciones, que llevaba las seсales de los cуdigos-. ЎAquн! — Miles la arrancу del lugar y se la devolviу a Pel-. Tenemos la Llave, tenemos a Nadina, sabemos lo que necesitamos de Naru, lo tenemos todo. Larguйmonos.
La puerta siseу al abrirse. Miles girу sobre sus talones y disparу.
Un hombre armado con un bloqueador y ataviado con la librea de Kety se tambaleу hacia delante. Gritos y golpes llegaron desde el corredor y una docena de hombres se apartу hacia un lado para no quedar en la lнnea de fuego.
— Sн — gritу Pel con alegrнa cuando se abriу la tapa de la Gran Llave. Ahн estaba: la habнan encontrado.
— -ЎAhora no! — aullу Miles-. Vuelva a la silla, Pel, y conecte la pantalla de fuerza.
Miles se agachу a bordo de la silla; la pantalla se cerrу bruscamente a su alrededor. Una nube de fuego de bloqueador en masa atravesу el umbral. El fuego se extinguiу con un crujido sobre la esfera brillante, sin daсos: el
— ЎTienes la Llave, Pel! — gritу la haut Nadina-. ЎVete!
Una sugerencia muy poco prбctica: los hombres del gobernador Kety apresaron a Nadina y bloquearon la puerta, y el triunfador pasу por el umbral y lo cerrу tras йl con la palma.
— Bueno, bueno — dijo en tono muy lento, los ojos llenos de curiosidad frente a la carnicerнa que tenнa delante-. Bueno. — Por lo menos podrнa tener la cortesнa de maldecir y patear el suelo, pensу Miles con amargura, pero el gobernador parecнa tener… un control absoluto de la situaciуn—. Quй tenemos aquн?
Un soldado de Kety se arrodillу junto al ghemgeneral Naru y lo ayudу a levantarse, sosteniйndolo por los hombros. Naru, que tuvo dificultades para sentarse, se pasу una mano temblorosa por la cara, que sin duda le dolнa y le picaba — Miles lo sabнa: habнa experimentado mбs de una vez la desagradable sensaciуn del bloqueo— y ensayу una respuesta inteligible. En el segundo intento, consiguiу articular unas palabras comprensibles:
— Consortes Pel y Nadina. Y el… barray… ЎLe dije a usted que esas burbujas eran un peligro…! — Volviу a caer en los brazos del soldado-. Pero no im… Los tenemos a todos…
— Cuando ese cerdo se someta a juicio por traiciуn — dijo la haut Pel con odio profundo-, pienso pedirle al Emperador que le saque los ojos antes de ejecutarlo.
Miles se preguntу de nuevo por la secuencia de hechos de la noche anterior: cуmo habrнan conseguido el gobernador y el ghemgeneral sacar a la haut Nadina de la burbuja?
— Creo que se estб adelantando, milady — suspirу.
Kety caminу alrededor de la burbuja de la haut Pel, estudiбndola. Tenнa que romper ese huevo: un lindo rompecabezas para el gobernador. O no? Ya lo habнa hecho una vez.
Escapar era imposible: los movimientos de la burbuja estaban fнsicamente bloqueados. Kety podнa sitiarlos, hacerlos morir de hambre si no le importaba esperar… pero no. Lo cierto era que Kety no podнa esperar. Miles sonriу con amargura y le dijo a Pel:
— Esta silla tiene comunicaciуn con el exterior, verdad? Lamento decirlo, pero es hora de pedir ayuda.
Por Dios, casi lo habнan conseguido, casi habнan acabado con el problema sin que nadie se enterara, sin dejar pistas. Pero ahora que habнan identificado a Kety y a Naru, el apoyo interno del gobernador estaba neutralizado. Seguridad Imperial no constituнa un peligro para las haut. Los cetagandanos tendrнan que terminar el asunto ellos mismos. Si es que consigo ponerme en contacto con ellos…
El gobernador Kety hizo un gesto para que los hombres que sostenнan a Nadina la arrastraran hacia lo que consideraba la parte delantera de la burbuja. Estaba unos cuarenta grados desplazado pero… Pidiу el vibracuchillo a uno de los guardias, se acercу a Nadina y le levantу el cabello plateado. Ella aullу de terror, pero se relajу de nuevo cuando
— Baje usted la pantalla de fuerza, Pel, y rнndase. Inmediatamente. No me obligue a recitar amenazas sangrientas.
— Mierda — gruсу Miles, angustiado-. Nos tiene. A nosotros, al anillo, a la Gran Llave… — La Gran Llave. Estaba llena de… informaciуn codificada. Informaciуn cuyo valor surgнa del hecho de que era ъnica y secreta. En cualquier otro lugar del universo, la gente caminaba vadeando rнos de informaciуn, la informaciуn les llegaba hasta las orejas: una masa enorme de datos, seсales y ruido… fбcil de transmitir y reproducir. Si nadie se lo impedнa, la informaciуn se multiplicaba como una colonia de bacterias siempre que hubiera dinero o poder detrбs de ella y, finalmente, se ahogaba en su propia duplicaciуn y el aburrimiento de los receptores humanos.
— La silla flotante, el comu… es equipo del Criadero Estrella. Se puede usar para transmitir la informaciуn de la Gran Llave?
— Quй? Pero… — Pel lo mirу, luchando con el asombro-.
Supongo que sн, pero este comu. no tiene la potencia necesaria para transmitirlo todo al jardнn Celestial.
— No se preocupe por eso. Pбselo a la red de comunicaciуn de emergencia, la red de navegaciуn comercial. Tiene que haber un elevador de potencia en la estaciуn de transferencia orbital. Tengo los cуdigos estбndar del elevador, son simples… tienen que ser fбciles de recordar. Y son cуdigos de mбxima emergencia: el elevador divide la seсal y la deposita en los ordenadores de todas las estaciones y naves, tanto comerciales como militares, que se encuentren dentro del sistema estelar de Eta Ceta. Estб pensado como sistema de socorro para naves en peligro. Que Kety se quede con la Gran Llave si quiere. Йl y doscientas mil personas mбs… A quй quedarб reducido el complot? Tal vez no podamos ganar, pero asн le robaremos la victoria…
La mirada en la cara de Pel, que asimilaba rбpidamente esa sugerencia inconcebible, pasу de un gesto de horror a una expresiуn de alegrнa desmayada y despuйs, al espanto.
— Para eso necesitamos tiempo… mucho tiempo, minutos… ЎKety no nos va a permitir…! No. Ya tengo la soluciуn. — Los ojos de Pel se iluminaron de rabia e inteligencia-. Cuбl es el cуdigo?
Miles recitу los nъmeros y los dedos de Pel teclearon sobre el panel de control. Pel puso la Gran Llave abierta sobre el lector. Kety llamу desde fuera de la burbuja: