Великая Испанская революция
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Los comunistas se empe~naban en cambiar la estrategia del gobierno y pol'itica militar, sin detenerse ante destituici'on del jefe del gobierno si fuese necesario. No obstante, eso no quiere decir que planearon de anticipo toda la marcha de la crisis pol'itica de mayo, desde los choques en Barcelona. Estaban dispuestos a actuar decidida y brutalmente, ganando a sus oponentes posici'on por posici'on, pero cuando sus acciones en la Ciudad Condal provocaron una exploci'on de indignaci'on, en el primer momento aun se quedaron perplejos. Es m'as, el resultado de sus acciones en Barcelona no garantizaba en absoluto que derrotaran a sus adversarios y hasta amenazaba sus posiciones propias. En 'esta situaci'on fue los l'ideres del ala derecha de PSOE y el Presidente Aza~na quienes salvaron a los comunistas, lo que resulto en un nuevo reparto del poder, donde las posiciones de los comunistas todav'ia no eran absolutamente dominantes aunque se reforzaron. Comunistas pod'ian aprovecharse de un motivo menos arriesgado para avanzar en el camino de transformaci'on de Espa~na en una
Despu'es de los hechos de mayo Largo Caballero pod'ia seguir encabezando el gobierno a una de las dos condiciones: sujetarse al dictado y convertirse a una figura nominal o, aprovech'andose del papel feo del PSUC en los hechos barseloneses, debilitar a los comunistas y formar un gobierno nuevo a una nueva base sindical (al haber igualado a UGT y CNT), ignorando el opini'on del Presindente y apelando a masas organizadas. Eso, por supuesto, violar'ia la Constituci'on, pero despu'es del 18 de junio la infring'ian muy a menudo. Fue un momento crucial en el desarrollo de la Revoluci'on espa~nola, o sea del todo el mundo tambi'en. ?Nacer'ia un nuevo modelo sindicalista que existiera al lado de los variantes de la sociedad industrial regulada norteamericano, sovi'etico y fascista? ?Considerar'ian los pa'ises que empezaran el camino del estado social las opciones diferentes: crear una sociedad nueva a base de autoritarismo, pluralismo democr'atico o, como en Espa~na, a base de la democracia industrial?
Es evidente que el gobierno cuyo n'ucleo fuera integrado por los l'ideres sindicales de CNT y UGT habr'ia continuado a realizar las reformas sociales dirigidas a ordenar la colectivizaci'on y la sindicalizaci'on. Tal gobierno habr'ia investigado los hechos de mayo de una manera desfavorable para los comunistas, lo que habr'ia aflojado sus posiciones en los 'organes de fuerza y habr'ia resultado en que PCE perdiera la lucha por el poder. Sin embargo, si las cosas hubieran ido as'i, no s'olo los comunistas sino los socialistas de derecha y los republicanos habr'ian perdido el poder. Pero en mayo del 1937 Largo Caballero no se atrevi'o a actuar de manera revolucionaria. «El Lenin espa~nol» no tuvo la audacia de Lenin verdadero. Al mismo tiempo rechaz'o el papel de un mascar'on de proa de la nave que bruscamente cambiaba el rumbo.
Por no haber atrevido a romper con el sistema partidista-presidencial, Largo Caballero perdi'o y el 17 de mayo M. Aza~na le encomend'o formar un gobierno nuevo a J. Negr'in, dispuesto a la cooperaci'on m'as estrecha con comunistas. En la primavera del 1937 un golpe pol'itico iba prepar'andose no en favor de personas sino en favor del bloque de comunistas y socialistas de derecha. Los pol'iticos social-liberales y comunistas eligieron a Negr'in como a la m'as c'omoda figura de compromiso.
Los emisares de Comintern participaban directamente en aquellas combinaciones y gozaban de una gran influyencia en la coalici'on de los «vencedores de mayo». Est'a claro que sin su apoyo los socialistas de derecha no habr'ian logrado vencer a Largo Caballero y la revoluci'on social.
Los antifascistas ten'ian no un solo (exterior) sino dos factores de resistencia como m'inimo (lo que prueba ya la defensa de Madrid): la revoluci'on y la ayuda de la URSS. En la situaci'on en que hallaba la Rep'ublica era imposible ganar contando con s'olo uno de ellos. La derrota segu'ia no s'olo a la disminuci'on de la ayuda sovi'etica sino tambi'en a la debilitaci'on de la revoluci'on. Al paralizar la revoluci'on, la direcci'on espa~nola nueva mat'o los est'imulos de la lucha abnegada por la victoria. Largo Caballero sab'ia combinar las ambas fuentes de la fuerza republicana, despu'es de que Negr'in hab'ia rechazado una de ellas, s'olo el comienzo de la Segunda Guerra Mundial podr'ia salvar la Rep'ublica.
Antes de 1938 la ayuda sovi'etica equilibraba la intervenci'on material y t'ecnica de Italia y Alemania, y las Brigadas Internacionales, la presencia del contingente militar italiano. A los finales de 1937 la ayuda sovi'etica empez'o a reducirse, mientras la fascista aumentaba. La disminuci'on de la ayuda de la URSS fue relacionada tanto con el desenga~no de los jefes sovi'eticos por lo que el nuevo gobierno Negr'in-Prieto fuera incapaz de quebrar el curso de la guerra como hab'ia prometido, como con la agravaci'on de la situaci'on internacional, cuando el problema espa~nol qued'o menos importante que las crisis en China y Checoslovaquia.
Desde la segunda mitad del 1937 la ayuda sovi'etica iba tambi'en a China y el volumen de abastecimientos al Oriente se descontaba de lo que URSS pod'ia dirigir a Espa~na. China era aun m'as importante de Espa~na: 'esta vez la guerra iba inmediatamente junto a las fronteras de la URSS. Detener Jap'on a los accesos lejanos a URSS fue muy importante para los sovi'eticos durante todos los 30.
En primavera-oto~no de 1937 los republicanos obtuvieron una posibilidad de tomar iniciativa, cuando Franco al haber concentrado las fuerzas en el Norte guerreaba en dos frentes. En vez de acumular los esfuerzos en la victoria y preparaci'on de una operaci'on ofensiva, comunistas y social-liberales se peleaban apasionadamente por poder, mientras tanto la Rep'ublica perd'ia tiempo. En verano realizaron una operaci'on en su estilo, y se qued'o evidente que sus m'etodos no eran mejores sino peores que el estilo de guerra de Largo Caballero. Y en julio-diciembre del 1937 la oportunidad de captar la iniciativa fue perdida.
Sin embargo la URSS continu'o a prestar ayuda a la Rep'ublica cuya conservaci'on (aunque la victoria fuera imposible) distra'ia Alemania y en especial Italia de las acciones en el este de Europa.
Dosificando la ayuda seg'un la situaci'on de pol'itica externa complicada, Stalin no se negaba a continuar la lucha en Espa~na y fortalecer el control sobre el sistema pol'itica de la Rep'ublica. Como demuestra la experiencia de las
En el mayo de 1937 el lugar del gobierno revolucionario ocup'o una coalici'on interesada en apaciguar y finalmente apagar totalmente el fuego de la revoluci'on. Pero la fracci'on m'as fuerte del r'egimen de mayo eran los comunistas quienes por lo moderado que fueran no se negaban a la idea de convertir Espa~na a un pa'is socialista (tal y como entend'ian la palabra). El gobierno de Negr'in se ocup'o de la decolectivizaci'on pero al mismo tiempo, de la nacionalizaci'on. Fue no s'olo una deviaci'on de los progresos revolucionarios antiguos sino la vuelta del vector de revoluci'on de la autogesi'on al estatismo y estatalizaci'on. El r'egimen que se establiz'o en Espa~na en mayo de 1937 representaba una forma inicial de las «democracias populares»: los r'egimenes que se propagaron en la Europa Oriental despu'es de la Segunda Guerra Mundial. La «democracia popular» es un r'egimen prosovi'etico que combina una fachada liberal con el n'ucleo autoritario y estatista. La correlaci'on de la fachada y del n'ucleo depende de los factores de pol'itica exterior, y en ciertas condiciones la fachada puede vencer al contenido. La «democracia popular» no se limitaba a hacer un «polluelo de cuclillo» comunista expulsar a los aliados, sino era una s'intesis de dos estatismos: un comunista y otro liberal en una plataforma prosovi'etica.
Los pasos m'as decisivos en la ruta de la «democracia popular» en Espa~na eran posibles despu'es de que terminara la guerra civil y la situaci'on internacional cambiara. Cuando llegara el tiempo, ser'ia posible unir a los comunistas y a los partidarios de pol'itica prosivi'etica en un partido unido y allanar a la oposici'on.
Al haber perdido la oportunidad de vencer a los azules, a la Rep'ublica le quedaba una sola posibiliad de sobrevivir: tirar hasta que estallara la Segunda Guerra Mundial. Esta oportunidad apareci'o en el septiembre del 1938 en relaci'on con la crisis de Sudetes y permanec'ia en 1939 ya que la Rep'ublica gozaba de un, aunque peque~no, pero suficiente recurso de resistencia para mantenerse algunos meses en la situaci'on impredicable de la Europa de preguerra.